lunes, 30 de noviembre de 2009

Actitud del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina frente a los medios de comunicación social del país



Introducción




Los medios masivos de comunicación son de gran importancia para la sociedad, es por esto que políticos y empresarios intentan cada día consolidar su hegemonía a través de los mismos.


El periodo dictatorial del General Rafael Leonidas Trujillo se caracterizó por tener absoluto control de los mas media. La Prensa, la Radio y la Televisión  estaban al servicio del tirano. Privándolas de su libertad para difundir sus ideas.


A pesar de que los medios masivos en la mayoría de los casos pertenecían económicamente a particulares, Trujillo se encargó de que línea oficial de los mismos estuviera a favor del gobierno. Para esto estableció principios que le favorecían.


·         Adulación: términos como “generalísimo”, “superhombre”, “ilustrísimo creador de generaciones”;  estos son unos de los tantos títulos expresados al tirano a través de los medios de comunicación.

·         Eliminación: no se publicaba ni se investigaba nada que no favoreciera al gobierno.

·         Cooperación: Se aceptaban todos aquellos artículos que colaboraran con el régimen.

A través del siguiente trabajo hacemos un enfoque acerca de la postura de la tiranía de Trujillo frente a los medios de comunicación masivos.

Actitud del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina frente a los medios de comunicación social del país



La dictadura establecida por el general Rafael Leónidas Trujillo. Desde 1930 hasta 1961  se caracterizó por la eliminación mediante el uso de la fuerza a la oposición para establecer control absoluto del poder. Durante los 31 años de gobierno, Trujillo presidió una de las dictaduras más severas del mundo. Basándose en el apoyo de los militares y rodeado de su familia dirigió prácticamente todos los aspectos de la vida nacional.

Los medios masivos de comunicación fueron afectados por la tiranía trujillista, a tal modo que aquellos que se oponían al régimen eran encarcelados, torturados, e incluso asesinados.





PRENSA

 En el censo de 1935, de un total de 1, 479,417 habitantes, solo 300, 078 sabían leer y escribir. Es decir, alrededor de 80% de la población era analfabeta. Por otra parte, el 82% de los habitantes en el país vivían en el campo, por lo tanto la zona de influencia de los periódicos era relativamente pobre.

El general Trujillo, para confirmar su poder sobre la Prensa, modificó en Abril de 1933 la Ley 396 donde consideraba como delito todo escrito, discurso, impreso, dibujo, grabado o pintura que suministrara informaciones contra su gobierno. El resultado de esta ley fue la eliminación legal de cualquier mensaje contrario a su régimen.


Durante el periodo 1903-1934, existía en el país seis principales periódicos:
·                   La Opinión (Capital)
·                   Listín Diario (Capital)
·                   El Caribe (Capital)
·                   La Nación (Capital)
·                   El Diario (Santiago)
·                   La Información (Santiago)


La Opinión:
Nació en la década de los años veinte como una revista, propiedad de la familia Lepervanche, de origen francés. A la llegada de de Trujillo su director era Álvaro Álvarez.

La Opinión nunca estuvo en contra de Trujillo. Publicó numerosos artículos de intelectuales trujillistas. Desde la fundación del Partido Dominicano, el periódico dedicó una sección política dedicada a las noticias del partido. También se hacen frecuentes los enormes titulares destinados a las obras de Trujillo: discursos, inauguraciones, o registros cívicos.

Su final llegó cuando a Trujillo se le ocurrió una maniobra para dar la apariencia de libertad de prensa. Pidió al editor de La Opinión que colaborara para realizar una campaña moderada de oposición. El periódico tomó este encargo seriamente. Un ejemplo de esto fue la publicación de la carta del vicerrector de Universidad Autónoma, Bonilla Atiles y la de los estudiantes de la Escuela de Derecho.  Pero esta maniobra se subió de tono, como consecuencia llevó a Bonilla Atiles al exilio y el periódico fue cerrado.






Listín Diario:
Fundado el 1ro de agosto de 1889 por Arturo J. Pellerano. Este periódico supo adaptarse a todas las situaciones políticas, sin comprometerse a fondo con ninguna, ni tomar definido matiz. Lo más elocuente  fue el absoluto silencio en sus editoriales y su indiferencia ante los actos delictivos ocasionados por el gobierno.

Luego de la muerte de Colé, el hermano menor Arturo J. Pellerano; la actitud del periódico cambió drásticamente. A lo largo de 1931 y 1932 el Listín Diario publicó artículos de colaboradores y alabadores de Trujillo. Además daba información de sus viajes y obras.

Según el historiador Vidal, Trujillo intentó ganarse el favor de Pellerano, nombrándolo Diputado. Como consecuencia, en el periódico se multiplican las noticias y los comentarios acerca del Jefe.  El Listín se convirtió en un gran reporte sobre Trujillo. La primera página estaba dedicada casi en su totalidad a él. Pero a Trujillo esto no les bastó, y en 1942 ahogó económicamente al periódico.


El Diario:
Se fundó en 1901, siendo sus propietarios la familia Vila Morel. Desde sus comienzos, presentó poca participación en la vida política; mostrando un interés principalmente comercial. El 15 de septiembre de 1930 el periódico cambió de propietario, siendo E. De Lemos su nuevo propietario.  Ya para octubre de ese mismo año el periódico tiene su primera relación en el gobierno.

El director de El Diario fue interrogado por la policía en relación con una noticia que atacaba las funciones del Ejército.  Se excusaron expresando en un editorial que eran amigo del gobierno.

El 7 de noviembre Mario Guerra asumió la dirección de El Diario y luego de la difusión de un editorial “escandaloso” fue encarcelado.

Muchos de sus editoriales con un tono pesimista, atacando a la prensa servil y criticando el número de muertos y excitando a la ciudadanía. El Diario, igualmente alabó la promesa de Trujillo de no reelegirse.

El periodista Reyes Vargas fue encarcelado por “hostigar la prensa corrompida y aduladora.”  Mario Guerra es avisado de que el gobierno planeaba asesinarle y huyó a Haití.  Luego de estos hechos el Diario enmudece y crean una nueva sección llamada “Actualidad Política”. Columna fija de alabanzas a Trujillo.


La Información:
Propiedad de la familia Franco. Este era uno de los principales periódicos de la cuidad de Santiago. Rendía especial apoyo al candidato Estrella Ureña quien era se convirtió en el vicepresidente del país.

Cuando comenzaron los asesinatos y las desapariciones, La Información defendió con uñas y dientes al gobierno. De las filas del periódico salieron dos importantes colaboradores de Trujillo: Cesar Tolentino, nombrado Secretario de Agricultura, y Ramón Emilio Jiménez, Relacionador Público del régimen.  Con grandes titulares este diario resaltó las noticias de las obras del mandatario.  Luego de la salida de Estrella Ureña del país el periódico disminuyó el espacio dedicado a alabar al tirano.

En 1940 Trujillo adquirió acciones en el diario santiagués y nombró a Rafael Vidal como director, quien en ese entonces también dirigía  La Nación.
   
El Caribe:
Creado con el fin de promover la tiranía trujillista. Este fue fundado por Trujillo el 14 de abril de 1948, a través de la sección: “El Foro Público” de este periódico, el dictador y sus servidores atacaron calumniosamente a los enemigos reales o supuestos del régimen.

Contó con la colaboración del norteamericano Stanley Ross, este fue sustituido por Germán Ornes Coiscou. En febrero de 1954 Coiscou adquiere el periódico y al romper con el régimen trujillista en 1955 le fue quitado el periódico hasta el ajusticiamiento del tirano.

La Nación:
Este periódico también fue creado por el gobierno dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo Molina. Salió a la luz el 19 de febrero de 1940. Sus páginas sirvieron de apoyo al la caída del régimen. El periódico estuvo envuelto en una serie de conflictos con respecto a la propiedad de este, luego de la muerte del tirano.

Además de la prensa diaria, el gobierno del General Trujillo produjo múltiples revistas, libros, periódicos locales y boletines. No obstante a todo esto, la oposición popular hallaba mecanismos de comunicación clandestina, a través de los cuales luchaba por desarrollar los sentimientos anti trujillistas. La más influyente de estas ideologías era el Movimiento Revolucionario 14 de Junio; aunque no publicaban propaganda impresa durante la tiranía de Trujillo. En 1956 surge el periódico Libertad a partir del nacimiento del Movimiento Popular Dominicano, de carácter nacionalista, aunque este no circulaba en el país.

En los últimos días del régimen comenzaron a aparecer en los baños públicos de las oficinas del gobierno y de los recintos escolares, en los asientos de los parques; las siglas “CT” “CONTRA TRUJILLO”. El que era sorprendido poniéndolas alegaba que significaban:” Ciudad Trujillo” o “Carmen Torres”.

Además en el Cibao aparecen hojas sueltas manuscritas o panfletos clandestinos en algunas de las calles de la cuidad. Sus autores, según Ramón Ferreras, “eran jovencitos que fueron asesinados casi todos luego de ser capturados en 1959.” Uno de los más atrevidos  desafíos protagonizados por la prensa clandestina corresponde al periódico El Grito, del cual salen solo dos números. Entre sus productores estaba Rafael Mieses Peguero.



RADIO
En el país en el momento de la tiranía trujillista, existían al rededor de 36 emisoras de radio sometidas al régimen.
La propagando trujillista fue muy notoria también en a radio. En diciembre de 1942 fue fundada la emisora radial “La Voz del Yuna” en Bonao. Y en 1948 pasó a llamarse “La Voz Dominicana”. Propiedad de José Arismendi Trujillo Molina “Patán”; quien además tenía el monopolio de la televisión.
Esta emisora fue el principal órgano radial del régimen. Las noticias y todo el contenido de sus emisiones tenían como objetivo afirmar el mensaje trujillista.
Radio Caribe fue otra emisora usada por el gobierno, especialmente en sus últimos meses, para defenderse del descontento de la Iglesia Católica y de sectores de poder de los Estados Unidos.

Además, la  Dirección de Comunicaciones tenía también montado un servicio para censurar en lo posible las emisoras que atacaban  al régimen. Las personas eran constantemente vigiladas por los caliese del régimen que procuraban evitar que la población sintonizara emisoras del exterior y se informara de las criticas que hacían a Trujillo, desde cuba, Venezuela y puerto rico, centros de los exiliados anti trujillistas. De manera, que, pues que había limitaciones materiales y políticas considerables que obstaculizaban el alcance de los medios, tanto en su misión periodística como publicitaria o de mercadeo.

En la radio la música alabadora era constante en estas se hablaban del tirano, de sus logros y de su ideología política.









TELEVISION

En el periodo del régimen dictatorial trujillista, existían en el país dos plantas televisoras, La Voz Dominicana (actualmente CERTV) Y Rahintel. Estos canales televisivos servían más como promotores de propaganda a favor del régimen que como vehículos de información.

Estos medios de comunicación social tenían, por naturaleza de la sociedad de entonces, una cobertura muy limitada a las elites. Hay que tomar en cuenta que el 82 % por ciento de la población vivía en la zona campesina, donde no había servicio de energía eléctrica.

Antonio Menéndez Alarcón señala, en su libro “Power and televisión in Latín América: The dominican case”, que según informaciones estadísticas de las naciones unidas en 1960 solo había en el país dos mil receptores de televisión, estos aparatos de televisión estaban localizados principalmente en ciudad Trujillo, Santiago, San Francisco de Macorís y La Romana.












Conclusión


El general Rafael Leonidas Trujillo no se conformó con silenciar los órganos de prensa existentes, sino que también encarceló y asesinó a periodistas. Fue creando sus propios medios de propaganda.


La tiranía de Trujillo se encargó de censurar los medios de comunicación que no respondiesen con los “intereses del la nación”. El tirano no se conformó con robar y violar los derechos particulares de los ciudadanos. Sino que también nos arrancó la libertad como pueblo, nos borró nuestra dignidad como país.


Por tal motivo nos aferramos a las palabras de Jesús de Galíndez en su obra La Era de Trujillo: “La prueba de la libertad o tiranía de un régimen se revela en la prensa diaria. Si en un país se puede calificar de arbitrarios los actos de n gobernarte, esa es la mejor prueba de que en conjunto existe libertad. Pero si en un país solo se leen y escuchan elogios del gobernante y jamás una crítica, esa es también la mejor prueba de su tiranía”. 


La muerte de Trujillo marcó el punto de partida para la aparición de un número considerable de periódicos, emisoras y televisoras de capital privado.

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